El revelador libro ‘El Fitro Burbuja’ de Eli
Pariser empieza explicando el sutil cambio en el buscador de Google a finales
de 2009 a raíz del cual los resultados de las búsquedas se volvieron
‘personalizados’: Aunque la mayoría no es consciente de esto, a partir de ese
momento, todos vemos resultados distintos
cuando buscamos algo en Internet.
Con ese cambio, se daba un paso importante para cumplir
el sueño de sus fundadores Page y Brin: un buscador que prácticamente sepa
antes que tú lo que estás buscando y te facilite la respuesta precisa. La puesta
en marcha de una constelación de aplicaciones -también de Google- que requieren
que te identifiques como el famoso Gmail,
permite a los algoritmos a través de tu historial de búsquedas anteriores y
otros muchos datos, conocer tus intereses para poder ajustar mejor los
resultados a ellos.
El otro gigante de la información, Facebook, también
utiliza algoritmos para presentarte las noticias que sabe que te van a gustar más
según tu historial de ‘likes’ e
igualmente Netflix y Amazon te recomiendan películas o productos ajustados a
tus intereses. Esta tendencia se ha extendido a los proveedores de contenidos
más tradicionales, como las versiones digitales de los periódicos que también
ajustan algunas de las noticias que ves a tu ‘personalidad digital’. A su vez ,esta es vendida a distintos operadores
en tiempo real por empresas menos conocidas como Acxiom. Busca información sobre un producto, y este te
perseguirá por todas las webs que visites hasta que lo compres (y probablemente
incluso mucho después).